
Alemania pone fin a la era nuclear cuando los últimos reactores se apagan
“UN ERROR”
Inicialmente planeada para fines de 2022, la salida nuclear de Alemania ya se había retrasado una vez.
A medida que el suministro de gas ruso disminuyó el año pasado, los funcionarios de Berlín lucharon por encontrar una manera de mantener las luces encendidas, con una breve extensión acordada hasta mediados de abril.
Alemania, el mayor emisor de la Unión Europea, también encendió algunas de sus plantas alimentadas con carbón para cubrir la brecha potencial que deja el gas.
La desafiante situación energética había aumentado los llamados a nivel nacional para que se retrasara la salida de la energía nuclear.
Alemania tuvo que “ampliar el suministro de energía y no restringirlo más” ante la posible escasez y los altos precios, dijo el presidente de las cámaras de comercio alemanas, Peter Adrian, al diario Rheinische Post.
Mientras tanto, el líder conservador de Bavaria, Markus Soeder, dijo al sitio web Focus Online que quería que las plantas permanecieran en línea y que tres más se mantuvieran “en reserva”.
Los observadores externos se han sentido igualmente molestos por la insistencia de Alemania en salir de la energía nuclear mientras aumenta su uso de carbón, y la activista climática Greta Thunberg en octubre criticó la medida como “un error”.
“TARDE O TEMPRANO”
En el complejo Isar 2 de Baviera, los técnicos apagarán progresivamente el reactor a partir de las 22:00 hora local (20:00 GMT) del sábado, separándolo definitivamente de la red.
Al final del día, los operadores de las otras dos instalaciones, en el norte de Emsland y el suroeste de Neckarwestheim, también habrán desconectado sus instalaciones.
Las tres plantas finales proporcionaron solo el 6 por ciento de la energía de Alemania el año pasado, en comparación con el 30,8 por ciento de todas las plantas nucleares en 1997.
“Tarde o temprano” los reactores comenzarán a ser desmantelados, dijo el ministro de Economía, Robert Habeck, al grupo Funke antes del desmantelamiento programado, descartando la idea de una extensión.
El gobierno tiene la situación energética “bajo control”, aseguró Habeck, al haber llenado los depósitos de gas y construido nueva infraestructura para la importación de gas natural licuado para cubrir el vacío dejado por los suministros rusos.
En cambio, el ministro del Partido Verde, que se fundó en oposición a la energía nuclear, se centra en lograr que Alemania produzca el 80 por ciento de su energía a partir de fuentes renovables para 2030.
Con este fin, el canciller Olaf Scholz ha pedido la instalación de “cuatro o cinco aerogeneradores por día” durante los próximos años, una tarea difícil dado que solo se instalaron 551 el año pasado.
Pero la tasa actual de progreso en energías renovables bien podría ser demasiado lenta para que Alemania alcance sus objetivos de protección climática.
A pesar de que planea abandonar la energía nuclear, Alemania no ha “avanzado lo suficiente con la expansión de las energías renovables en los últimos 10 años”, dijo a la AFP Simon Mueller, del grupo de expertos Agora Energiewende.
Para construir suficiente capacidad eólica terrestre, según Mueller, Alemania ahora tiene que “hacer todo lo posible”.