Cuatro muertos en tiroteo en fiesta de cumpleaños de adolescentes en Alabama

WASHINGTON: Al menos cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en un tiroteo el sábado por la noche en una fiesta de cumpleaños de adolescentes en Alabama, en el último espasmo mortal de la violencia armada estadounidense.

Los informes de noticias locales dijeron que el tiroteo ocurrió en una fiesta Sweet 16 en un estudio de baile en Dadeville, un pequeño pueblo al noreste de la capital del estado, Montgomery, con al menos 20 personas baleadas.

“Hubo cuatro vidas perdidas trágicamente en este incidente, y ha habido una multitud de heridos”, dijo el domingo a los periodistas el sargento Jeremy Burkett, portavoz de la Agencia de Cumplimiento de la Ley de Alabama (ALEA).

Annette Allen le dijo al Montgomery Advertiser que su nieto Phil Dowdell estaba entre los que murieron: estaba celebrando el cumpleaños número 16 de su hermana Alexis cuando los disparos arrasaron la fiesta.

“Era un niño muy, muy humilde. Nunca se metía con nadie. Siempre tenía una sonrisa en su rostro”, dijo Allen sobre su nieto, un estudiante de último año de secundaria que se graduará en unas semanas. Ella dijo que la madre de Dowdell también recibió un disparo y resultó herida.

“Todo el mundo está de duelo”, dijo Allen sobre la pequeña comunidad de unos 3.000 residentes.

Más de 12 horas después de la tragedia, ni Burkett ni otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley proporcionaron detalles sobre quién pudo haber perpetrado el tiroteo y por qué, si un sospechoso ha sido detenido o identificado, o específicamente cuántas personas resultaron heridas y cuáles son sus edades.

“No podemos compartir nada más en este momento”, dijo el sargento, y agregó que “estaba ligado a una fiesta de cumpleaños”.

Los medios locales y los testigos han dicho que varios heridos, muchos de ellos adolescentes, fueron trasladados a hospitales locales para recibir atención médica.

El jefe de policía de Dadeville, Jonathan Floyd, llamó a la ciudad “una comunidad muy unida llena de gente maravillosa”.

ALEA dijo que su Oficina Estatal de Investigaciones lanzó una investigación junto con la policía de Dadeville y las agencias federales, incluido el FBI.

La estación de televisión WRBL de las cercanías de Columbus, Georgia, informó una fuerte actividad policial durante la noche y una cinta de la escena del crimen alrededor de un edificio en Dadeville, donde dijo que se podían ver sábanas blancas cubriendo partes del piso.

“ANGUSTIOSO”

Los líderes estatales recurrieron a Twitter el domingo para ofrecer oraciones y denunciar la violencia, pero no proporcionaron detalles sobre lo sucedido.

“Esta mañana, lloro con la gente de Dadeville y mis compatriotas de Alabama”, publicó la gobernadora estatal Kay Ivey. “El crimen violento NO tiene cabida en nuestro estado, y las fuerzas del orden nos mantenemos informados de cerca a medida que surgen detalles”.

El senador estadounidense Tommy Tuberville de Alabama calificó el tiroteo de “desgarrador”.

Estados Unidos, un país de alrededor de 330 millones de habitantes, está inundado con unas 400 millones de armas, y los tiroteos masivos mortales son algo habitual.

Las últimas muertes se produjeron en el 16º aniversario del tiroteo escolar más mortífero registrado en los Estados Unidos, en el que murieron 32 personas en Virginia Tech en 2007.

Por separado, la policía confirmó que dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un tiroteo el sábado por la noche en un parque lleno de gente en Louisville, Kentucky, la misma ciudad donde un empleado bancario asesinó a cinco personas en su lugar de trabajo el lunes pasado.

Ha habido 163 tiroteos masivos en los Estados Unidos en lo que va de 2023, según el Archivo de Violencia Armada. El grupo sin fines de lucro define un tiroteo masivo como tener un mínimo de cuatro víctimas disparadas, heridas o muertas, excluyendo a cualquier tirador.

Los esfuerzos para endurecer los controles de armas se han topado durante años con la oposición de los republicanos, defensores acérrimos del derecho constitucional a portar armas.

La parálisis política perdura a pesar de la indignación generalizada por los tiroteos recurrentes.