
En Chile, la derecha ultraconservadora pone sus manos en la redacción de la nueva Constitución
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Los chilenos acudieron este domingo a las urnas para elegir a los 50 miembros del Consejo Constitucional encargados de proponer una nueva Constitución para el país. Con el 35% de los votos y 22 escaños conquistados, el Partido Republicano, clasificado en la extrema derecha y contrario a una reforma de la Constitución, es ahora el encargado de redactar el nuevo proyecto de ley fundamental.
Frente a una reforma de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, la derecha ultraconservadora será, paradójicamente, la encargada de redactar un nuevo proyecto de ley fundamental para Chile. Una primera versión había sido rechazada masivamente en septiembre de 2022 durante un referéndum, el 61,9% de los votantes votaron entonces en contra de un texto que proponía el establecimiento de nuevos derechos sociales y un mayor reconocimiento de los pueblos indígenas.
Al término de la votación organizada el domingo 7 de mayo -durante la cual más de 15,1 millones de chilenos debían elegir, entre 350 candidatos, a los 50 miembros del Consejo Constitucional encargados de proponer una nueva Constitución-, el Partido Republicano, ubicado en el extremo La derecha, opuesta desde el principio a una reforma de la Constitución, obtuvo el 35% de los votos (22 escaños), frente al 29% de la coalición de izquierda que apoya al gobierno de Gabriel Boric (17 escaños). La derecha tradicional obtuvo el 21% de los votos (11 escaños).
Sin embargo, tras el referéndum de septiembre de 2022, los principales partidos políticos del país habían decidido iniciar negociaciones para relanzar el proceso constituyente. El Consejo, cuyos miembros fueron elegidos el domingo, recibirá un anteproyecto elaborado por una comisión de expertos al que deberán realizar ajustes y enmiendas. El texto incluye 12 principios esenciales que, sin embargo, no pueden ser modificados. Entre ellos, el hecho de que Chile es una economía de mercado.
La Constitución vigente es considerada, a pesar de varias revisiones sucesivas, como un freno a cualquier reforma social de fondo en Chile, escenario en 2019 de un importante levantamiento popular. Una revuelta de gran envergadura que había llevado al entonces presidente Sebastián Piñera a plantear la idea de una reforma constitucional que permitiera al país pasar definitivamente la página de la dictadura iniciada con el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
“No hay necesidad de negociar”
El Partido Republicano, que se opone al aborto y tiene una retórica antiinmigrante, “no necesitará negociar con nadie, puede escribir la Constitución que quiera” y “tendrá el poder de vetar cualquier enmienda”, pronosticó Claudia Heiss, directora de la facultad de ciencias políticas de la Universidad de Chile, a AFP.
Tras el anuncio de los resultados el domingo, el presidente Boric saludó el hecho de que el pueblo chileno haya podido, una vez más, “expresar sus posiciones democráticamente en las urnas”. Y pese a “los innegables avances del Partido Republicano”, expresó su esperanza de ver a los concejales electos dialogar y encontrar mayorías para dotar a Chile de una Constitución moderna.
El Partido Republicano fue creado en 2019 por José Antonio Kast, derrotado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de diciembre de 2021 por Gabriel Boric. “Chile ha vencido a un gobierno fallido”, reaccionó José Antonio Kast tras el anuncio de los resultados. Según el sitio de noticias El Mostrador, “el candidato que fue derrotado en las últimas elecciones presidenciales logró tomar el liderazgo de la oposición en menos de dos años, apoyándose en una formación que ha surgido recientemente”. Y el Partido Republicano apuesta ahora a las elecciones municipales y regionales de 2024 para consolidar su control sobre la derecha y el país.
Con AFP