Experto de la ONU insta a Japón a sancionar a la junta de Myanmar

El Ministerio de Defensa dijo en septiembre que no aceptaría nuevos reclutas en un programa que entrena al personal militar de Myanmar.

Pero Andrews criticó la decisión de permitir que los soldados que ya están en el programa completen su entrenamiento.

“Están recibiendo entrenamiento de combate y aprendiendo a ser soldados y comandantes efectivos” y volverán “a ser militares responsables de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”, dijo.

“Mientras el Ministerio de Defensa continúe entrenando a los soldados de Myanmar, las Fuerzas de Autodefensa de Japón estarán vinculadas a un régimen militar brutal”.

“DAÑO IRREPARABLE”

Japón tiene vínculos de larga data con Myanmar y fue un importante proveedor de ayuda, así como una fuente de inversión, antes del golpe.

Andrews dijo que había instado a Japón a redirigir el dinero que se habría destinado a nuevos programas de ayuda para financiar raciones de alimentos para los refugiados rohingya en la vecina Bangladesh.

Alrededor de un millón de rohingya están en el país, la mayoría de ellos llegaron después de una represión militar de 2017 por parte de Myanmar que ahora está sujeta a una investigación de genocidio de la ONU.

Las raciones de alimentos ya se redujeron en un 17 por ciento el mes pasado, pero ahora se enfrentan a una reducción adicional del 20 por ciento, dijo Andrews, con el riesgo de “daños irreparables para los niños rohingya”.

Algunas empresas japonesas, incluido el gigante de las bebidas Kirin, han salido de Myanmar, pero Andrews dijo que otras continúan cooperando con socios que sirven a la junta o han vendido operaciones a empresas vinculadas a la junta.

El excongresista estadounidense y activista de Myanmar dijo que la comunidad internacional en su conjunto estaba “fallando al pueblo de Myanmar”.

“El hecho es que las condiciones se están deteriorando rápidamente y eso significa que debemos reevaluar nuestras acciones”.