
Washington y el PMA suspenden la ayuda alimentaria
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Estados Unidos, el mayor contribuyente humanitario a Etiopía, y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) decidieron este miércoles suspender la ayuda alimentaria a la región de Tigray hasta nuevo aviso, porque parte de esta ayuda se desvía y se vende en el mercado local.
Estados Unidos y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunciaron el miércoles 3 de mayo suspender “hasta nuevo aviso” su ayuda alimentaria a la región de Tigray, en el norte de Etiopía, asolada por años de conflicto, denunciando el desvío de la ayuda.
“Hemos tomado la difícil decisión de pausar toda la asistencia alimentaria de USAID a la región de Tigray hasta nuevo aviso”, dijo en un comunicado la administradora de USAID para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria), Samantha Power. Y ello porque parte de esta ayuda ha sido “desviada y vendida en el mercado local”, añade.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos, con sede en Roma, dice que ha decidido, según un comunicado de prensa, una “pausa en la distribución de alimentos en Tigray, que no se reanudará hasta que el PMA pueda garantizar que esta ayuda sea vital”. efectivamente llega a sus destinatarios”.
El gobierno de EE. UU. planteó el asunto a las autoridades etíopes, así como a las autoridades locales en Tigray, quienes “expresaron su voluntad de trabajar con nosotros para identificar a los responsables y hacerlos rendir cuentas”, dice el comunicado de USAID.
Sin embargo, la organización especifica que esto no se refiere a los suplementos nutricionales, la distribución de agua potable y el apoyo a las actividades agrícolas en la región.
“Inseguridad alimentaria aguda”
No se especificó la cantidad de ayuda alimentaria involucrada, pero Estados Unidos es el mayor contribuyente humanitario a Etiopía.
“Este desvío golpea una vez más a una población civil inocente”, continuó el comunicado, subrayando que “millones de personas viven en una inseguridad alimentaria aguda”.
Esta ruptura se produce seis meses después de la firma el 2 de noviembre entre el gobierno federal etíope y el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) de un “Acuerdo de Cesación de Hostilidades” que pone fin a dos años de guerra brutal y asesina. El martes, Estados Unidos saludó en un comunicado de prensa el “progreso significativo” logrado en la implementación de este acuerdo, aunque los desafíos siguen siendo numerosos.
Durante el conflicto, Tigray y sus seis millones de habitantes estuvieron privados de asistencia durante mucho tiempo. Desde entonces, “el 84% de la región vive una crisis alimentaria”, según el PMA. El norte de Etiopía “se ha vuelto más accesible”, pero la ayuda no alcanza “la escala requerida”, subrayó la agencia humanitaria de la ONU (Ocha). a principios de abril.
Con AFP